miércoles, enero 25, 2006


Buscaba entre el cofrecito de madera apolillada que me regaló mi padre hace muchos años, un colgandajo de plata para adornarme el cuello, quizá el ansia de sentir sobre mi pecho un adorno para presumir y hacer resaltar mis hombros que hoy dejé al descubierto... mientras separaba entre uno y otro encontré un corazón con mi inicial en el medio...la de mi nombre... aunque no la relacioné de inmediato como mia, sino suya... quedé mirándola como quien mira un afecto extraviado, como quien tiene en sus manos la posibilidad de llevarla cerca del corazón como signo de soporte caprichoso, segundos después, comprendí que la inicial se refería a mi nombre, no al de él... y con una sensación de abandono la coloqué nuevamente entre mis otras prendas para verlo revolverse entre el resto que vacié con desdén y soberbia... con cierta nostalgia por mi vanidosa sensación de querer apropiarme de lo que no encuentro....Desistí de ponerme sobre el cuello adorno alguno, pensando en la sensación que da el sentir la garganta libre, el diametro del cuello libre de metal alguno.... pero no me gustó la sensación...asi que volví esta vez al cajón que tiene llave, y tomé una cajita de color azul, dentro había una cadenita finita... con una estrella relampaguceándome... haciéndome un guiño travieso y retándome al día de hoy...Quizá mañana busque con ansias la inicial en plata y la cuelgue a mi cuello en homenaje a mi abecedario... o al de su ausencia... o a la estrella que me adorna...pero hoy...No se dónde quedaron mis besos.


Texto Publicado originalmente para:
DeContraluces
Sep019-2005

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