Pasé una noche inquieta...
llevo días liada con el sueño...
cualquier ruido minusculo me sobresalta y me arrebata la calma...me he levantado como espectro a las 4 de la mañana, he mirado por largo rato a mis hijos dormir...me he conmovido hasta las lágrimas... apesar de que son mayorcitos, el niño sigue pasándose a dormir con la hermana... quien bondadosamente se acurruca como una bolita y deja el resto de la cama para el hermano que se extiende como una aplanadora... los miré... ella tan ligera, tan tierna... con sus cabellos negros como la noche sobre su carita... sus manitas debajo de su rostro relajado...él, con sus piernas fuertes, sus brazos extendidos, sus pestañas brillando de entre sus ojos dormidos... ambos con una estela de paz y vitalidad increibles... los besé hasta que el niño soltó un puñetazo que logré esquivar, pero que me hizo mucha gracia y tomé para seguir molestándolo... hasta que sin abrir los ojos dijo..:¡¡¡ ya mamá...dejame!! ...volví a la cama... llorando y buscando en los rincones iluminados una palabra al aire que me hiciera retomar las promesas dadas... quisiera encontrar la forma de entablar un diálogo místico con ella... volver a tenerla como antes...
cuánto la extraño, caray...

Texto Publicado originalmente para:
DeContraluces