jueves, enero 26, 2006


Los amigos, aquellos que se postulan en una escala musical y que conllevan la singular forma de apuntalar las emociones de dos en dos... son mi otro YO.
La generosa red me ha regalado un puño de amigos de todas nacionalidades y ánimo, cada uno con una estrella de diferente color y cada uno, con una particular forma de entonar melodías en mi alma..
En el tiempo que llevo vivíendo ésta doble vida..( la cibernética y la " real") puedo decir que he cosechado mas amigos por la red con valía de certificación que en la vida en la que me desenvuelvo como ser terrenal...
No se las causas, quizá la interacción oportuna y cercana que los recursos humanos emplea para generar empatía y comunicación funcionan al 1000 % y entonces la fragilidad del alma pierde batalla contra la protección al daño...y en medio de la tecnología es que se convierte uno en verdadero humano.
De mis afectos de amistad tengo el puño lleno, durante años en mi labor cibernauta he conocido personas increibles, con una magia que se queda corta al extender las posibilidades de la red y confirmarse con el cara a cara,- recuerdo aquellas reuniones que se hacían de una comunidad chatera, en la que una vez con la suerte de los destinos fui a llegar...- sobre ella tengo los recuerdos mas agradables y valiosos acerca de la complacencia de la amistad... sobre todo la confirmación de los afectos con las personas con las que compartía noches y tardes...
Pero nunca había siquiera imaginado, que dentro de éste mundo tan inmenso de la red, existía la muerte, la perdida real, la ausencia eterna... había en su caso, experimentado la desaparición de aquellos contactos cercanos, pero siempre con la seguridad del "estar bien"...
Ahora tengo los afectos fracturados en relación a la permanencia de las sonrisas, éstas sonrisas que encajan de forma permanente con un "otro" que se hace igual a uno, que se extiende mas allá del teclado y sus letritas ; la pantalla de colores y las bocinas con micrófono...
Sin embargo, la generosidad de la vida ofrece a cambio de los dolores irremediables la posibilidad de estrenar sonrisas y enmarcar los recuerdos y vivencias en marcos de oro y adornos de alcatraces... continuar con las mismas consignas pactadas...y tener paciencia... para encontrar el "otro" en alguna estrella....
y reafirmar el hoy para el mañana.


Texto Publicado originalmente para:
De Ángeles y Demonios

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