jueves, enero 26, 2006


Y es que los martes siempre han sido insaboros, incoloros e ínsipidos...
pero desde aquél que no quiero recordar se convirtió en un lastre, en aquel amasijo de emociones revueltas, sin sazón amable...es verdad que sin ella quedamos en una resta...aunque yo a menera sarcástica puedo decir que gané un amigo... los que quedamos ganamos de cierta forma algo, por lo menos la seguridad de que tenemos contención al otro lado del dolor...
Y vienen las palabras lindas, las que consuelan, las que como salivita intentan curar la herida.. y nada.Se consigue si acaso la remota idea de pensar en el
" algún día".. pero nosotras añoramos tanto ese mismo sueño.." algún día" decíamos.. " nos encontraremos tomando mate", " nos tomaremos un tequila",
" nos presentaremos cara a cara", " nos ahogaremos en llanto", " nos reiremos de las moscas"..." seremos felices"...
Y después que pasa el martes, queda el amargo sabor del desvelo, el sabor a metal en la garganta, y la sensación de vacío infinito...
Quedó él, sin volubilis, quedamos nosotras sin nuestra complice de afectos..quedó ella sin su "algún día"..
y los martes...
quedaron con su recuerdo salado.

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