Te cuento:
He tenido mucho trabajo, sigo con el resfriado, recaí...dice el doctor que es por que estoy deprimida, que debo dormir y recuperar fuerzas...
Le conté mis penas, me sentí como esos cristianos que esperan ser escuchadospor oidos prestados, para aliviarse con rezos y remilguetes...... le conté de ti, le conté de mis miedos y de mis añoranzas...el doctor abrió su recetario y me dió vitaminas... imaginas tu que a mi me receten vitaminas?
lo primero que refuté fue..:¿ esas vitaminas me darán hambre?...
No, son solo vitaminas para el sistema nervioso...¿ pero y si engordo?...bueno, engordarás si pasas todo el tiempo durmiéndo y comiéndo... debes hacer ejercicio...y sobre todo, debes recuperar tu ánimo...la vida a veces da estas sacudidas y nosotros, los que nos quedamos, debemos conformarnos...Lo odié.
el que sabe de afectos y compañía, seguro jamás nadie lo ha querido, menos el ha tenido un lazo de afecto perdido. lo odié.
De aquellos ojos que te he contado, no tengo nada nuevo, siguen las cosas iguales, tan iguales como mis urgencias por sentir el sosiego prometido, la certeza de lo que tengo y que espero... tu dirias... ¿ das para recibir? y yo te contestaría , doy para que me reciban... pero ya sabes que ahora la vida se vive al revés... y las lagrimas, bien parecen caramelitos de azucar glass... y ahora nuestro reloj de confesiones se burla de mis esperas...
ah! amiga...quiero un amor... que me limpie el cansancio... que me quite la gripa... que me arrulle en sus ojos...
También quiero un reloj sin manecillas... que no me lleve carrera contra el tiempo...tiempo sin él...tiempo sin ti...tiempo sin besos.ah culebra..cuanta falta me haces...por cierto...tu rosa blanca está hermosa... cuéntame...
¿ a que te saben sus besos?
te quiero!

Texto Publicado originalmente para:
DeContraluces