jueves, enero 26, 2006


Ya es sábado.Tiene exactamente hoy 7 días desde la ultima charla que hilvané con quien se convirtiera durante todo éste medio año en mi compañía y amiga.
Hoy mi sábado es diferente, ella no está y no estará mas, es tan complicado para quienes no tienen nexos con el ciber espacio comprender como es que las amistades y los afectos se estructuran y fortalecen con el día a día, en mi caso, tengo la fortuna de haberme topado con personas maravillosas, llenas de amor y de un gran sentido de humanidad y compartir.
Conocer a Emily tuvo serias diferencias en cuanto a las relaciones mecánicas que permite la red, con ella, todo siempre fue sobrepuesto por la magia de la complicidad y cierta afinidad que nos hacia ser autenticas amigas.
Teníamos un código sencillo para comunicarnos, teníamos todos los parecidos en relación al concebir ciertas reglas de honor y lealtad, teníamos una gran complacencia por la amistad.
Entre ella y yo no hubo mas confesiones que las que el alma susurra sin temor a ser sentenciada, pasamos largas horas frente al pc, compartiéndonos el día a día con sus idas y venidas, nuestros temores, nuestras angustias, nuestras derrotas y triunfos... compartimos también el tiempo, éste mismo tiempo que ahora me quita la posibilidad de esforzarme por la fascinación que me daba escribir para crear y mostrarle a ella mis esfuerzos y ella alentarme con frases de valor.
Era mi amiga... mi hermana, mi confidente, mi compañera de historias y aventuras.
Mi otro YO.
La noticia de su muerte no solo produjo los efectos esperados que dan las tragedias inesperadas, sino arrancó una parte de la retórica que me sumaba a ella, a la amistad convertida en letras y que se pactaba con la certeza de un mañana, de pactos de encuentro a futuro, de sueños para alcanzar por el simple capricho de querer estrechar una sonrisa y un abrazo, una complacencia de caprichos y una fortaleza para resguardar el “ vivir para contarlo”.
Las distancias nunca nos impidieron encontrarnos a cualquier hora, para nosotras la mañana y la noche tenían de escenario la disposición del compartir, daba igual si estábamos vestidas para una fiesta o recién levantadas y aún con pijama.
Éste sábado ya no está, ni el próximo, ni en la navidad, ni para mi cumpleaños, ni para decirle, estoy triste, extraño a mi padre, discutí con mi madre, me gané un premio... no tendré mas a mi otro YO del otro lado.
He llorado tanto la noticia de no tenerla mas en mis urgencias, he llorado tanto la impotencia de no haberla abrazado ni siquiera para decirle " Buen viaje", he llorado tanto la realidad de un mañana sin mi amiga de todos los dias.. y no se hasta cuando deje de hacerlo, encender el pc, era encender la serie de focos de colores que representan los amigos de la red... en el cual ella predominaba con su destello color a mar... ays amiga, amiga mia, culebrita de mis afectos...
Me queda la promesa que le hice de escribir hasta quedarme sin letras, de plasmar en poesía y danza de preposiciones historias de amor y aventura, me queda seguir iluminando el faro que nos alumbraba, me queda el puerto aquel del que siempre me habló y en el que seguramente me estará esperando con sus ojos azules y su alma aguamarine.
Te quiero siempre amiga.
Te extrañaré eternamente.
Texto Publicado originalmente para:
DeContraluces

1 comentario:

Unknown dijo...

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besos