viernes, enero 20, 2006


De las otras veces que he inventado existencias, recuerdo, haber llegado a ser un amanecer en un desierto lleno de flores, de verdes praderas y de lluvia constante, de aquellos desiertos que por casualidad existen dentro de cada cuerpo inerte, a espera de desdoblarse como un oleo y descubrirse no árido, no seco, sino justamente como se concibe la abundancia del follaje de un bosque fértil...de las ocasiones tales, de las que hoy recuerdo por razones de vejéz prematura y de necedad adolescente me detengo en las unicas formas en que por superviviencia urgente requiero de zambullirme en los recuerdos mas remotos, aquellos en los que escarbar con los dientes promete destapar hormigueros de vivencias...de aquellas que a veces bien valdría la pena ordenar por orden alfabético y acomodar por antologías de colores, en donde para cada cual, el color de las pastas...signifique...la intensidad de haber amado.

Texto Publicado originalmente para:
DeContraluces
Julio 28-2005

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