
cuantas lágrimas, cuanto dolor aparece dentro de mi cuando alargo mi mano tratándo de volverte a sentir, papá...
Los días siguen, los años crecen...
Tu risa se extiende por todos los recovecos de mi castillo de sueños, donde Tú siempre coronabas mis instantes...
¿cómo no extrañarte papá?
si hasta tu "ay cabrón" hoy me arranca nostalgias y ganas de revivirte a besos...
Sigues aquí, en cada letra, en cada misterio de mis días, en cada silencio, en cada sonrisa y hasta en mis caprichos huerfános...
sigues para siempre...
Descanza en paz.
TE AMO PARA SIEMPRE.