Llevo días que se me revuelven las emociones, días en que despierto con una sonrisa amplia que se divierte consigo misma hasta empacharse de puro gusto, es inevitable, es como una feria de revoluciones querendonas que se pelean unas con otras por gobernar mi habitual desfachatez ante el reto diario, otros días que despierto con el cansancio clavado en la punta de la nariz y conforme camino por mis obligaciones se me extiende incluso hasta mis cosméticos... los menos días pero no por ello importantes son aquellos que despierto con un nudo en la garganta y es cualquier insignificante estimulo que se me revienta en los ojos y termino el día empapada en nostalgias...pero los peores días son aquellos en que absolutamente nada me alivia, el entrecejo se me entume de tanto enjuto y hasta las quijadas me adormecen el cuello de tanto rechinido...

Y es que la hormona se desparrama con la primavera...y mi reloj biológico se culipandea con mi estricto ritual de manías...

y Ahí voy,

tratando de llenarme de motivos, tratando de rescatarme de las fauces de la desidia, peleando contra mis obligaciones y mis sueños...

A veces pienso, he de darme un descanso, debería poner un silencio de tregua a mis revoltijos, pero siempre termino concluyendo que gran parte de mis motivaciones es estar aquí, a veces sin palabras, a veces con más que palabras, otras con mi austera existencia pero las más de las veces...

necesitándoles....

hoy me he empachado de nostalgias...

y como siempre.. ustedes queridos míos...

del otro lado de mi mundo...

mi refugio.