Imágen:Daniel Powter.

Ya son 8 Días, Ocho. Que mi ánimo no levanta...
llevo claro las vitaminas de aquellas sonrisas que me acompañan día con día y que de alguna manera me permiten darle funcionamiento a mi cuerpo, cubierto de piel que se descama en cada sacudida melancólica...
Llevo de Viernes a Viernes un sabor amargo en la traquea, que me hace suponer que mis emociones se están enfrentando a caprichos rebuscados...
Llevo entonces, el maquillaje en forma de antifáz, la ropa sobre puesta y los zapatos a ras del piso que se mueve como movedizas a mi paso...
Llevo ocho trapos que no me cubren el frío, y que conforme camino se me encajan en éstos poros que lloran ausencia de aquel que no debió nunca tocarme el alma... Llevo reclamos internos, culpas ajenas, pecados prestados e indulgencias momentáneas.
Llevo la última palabra en mis oidos, la que dijo y no quise oír, la que intento recordar y no adivino, la que me sume en un silencio que me ahoga y me retumba.
Llevo aprendido el " hubiera" como una sentencia burlona, como una amenaza que invade, como un terremoto a mi epicentro medular, como él.
Llevo hoy ausencia de letras, de fantasías... sumado a un cansancio que no me deja dormir, que no me invita a soñar y menos a pensar en que mañana el sol sale, la vida sigue y en el aire estará su ausencia...

Ya habrá motivos.
confío.