39... Bien vividos y amados... Gracias Dios.

En la vida los balances siempre cuestan lo suficiente como para llorar y reír sin respingo alguno, así, de la misma forma se me ha ido un año más saltando entre los tropiezos y el vals de mis días, así, se me han ido algunos recuerdos, algunos perdones, uno que otro capricho enfurruñado y muchas sonrisas sin enmarcar con bordes de colores...

La memoria se me escurre a su antojo y una que otra vez se instala en huelga de silencios y se larga a hacer siestas prolongadas para no desmoronarse de una sola vez, otras veces, se anuncia luminosa y temperamental para plantarse fresca como los amaneceres de otoño y cálida como las tardes de cualquier abril...

La vida ha sido generosa conmigo, me ha dado en los momentos justos las dosis necesarias y exactas de emoción y sensación para trepar y arrojarme a mis sueños y realidades...

éste año, en que crecí lo inimaginable, en que me enfrenté mil veces a mis demonios, en que jugué con mis fortalezas y me resbalé por mis quebrantos, disfruté de las compañías más celestiales y los instantes más intensos, escribí con tinta de amor un capitulo más de mi existir y en cada renglón el corazón se desnudó sin pudores para proclamarse vivo...

Si pudiera enlistar cada una de las maravillas logradas a lo largo de mi vida, si pudiera guardar la esencia de cada instante de gozo y dolor, si pudiera hacerme un vestido de cada enseñanza y aprendizaje significativo hasta hacerme un manto infinito de historia de vida sentiría que he concluido con la misión de mi vida, y no, aún me queda media historia que contar, aún me quedan sonrisas y lagrimas para celebrar, pero sobre todo, mucha vida por acariciar...

Gracias a todos ustedes amigos con letras y corazones de colores, amigos con rostro y sonrisas de bálsamo, amigos cercanos, amigos virtuales, amigos reales y parte de mi...Gracias por ser parte del índice de mis memorias.

Los amo con todo mi corazón.

CRISTINA