jueves, julio 10, 2008

Siempre quedan rastros de tus besos,
del tiempo que se escurre entre silencios mundanos,
de la pelea atrincherada por lo inevitable,
de las ganas necias por quererte...
*
Siempre quedan las palabras dichas a ojos cerrados,
las verdades a medias,
las mentiras completas,
la sinrazón...(de amor)
*
También, quedas ...
no se si siempre,
pero sí
En toda Yo...

12 comentarios:

Rolando Escaró dijo...

de todo momento mágico, la emoción siempre perdura

Patricia Angulo dijo...

Intensa Cielito, sos una mujer intensa y así escribís.

Besos.

Efe dijo...

Y un no poder olvidarse, la memoria del otro cuando dos se tocan.
Un beso...

Anónimo dijo...

Woow!
no sé si siempre pero si en toda yo!
vaya que si!!
que lindas letras =)

Unmasked (sin caretas) dijo...

Una vez que te toco el, uno deja de ser una un poco..

muy apasionado como siempre.

Se te extrana, estas bien?

beso

Petra

Ondina dijo...

Siempre,siempre el amor deja un rastro.
Siempre queda la sinrazón de amor bien alojada donde la razón no manda.

Siempre escribes bonito,muy bonito

Un beso

AZUL dijo...

Asi es el amor de posesionador, nos toma sin tregua, se apodera y uno se deja rendida en sus brazos...hasta que nos vuelve a iluminar una nueva ilusión...

Anónimo dijo...

Hola Cielito!!
Los aromas, los sabores, los encantos del amor dejan sus reflejos inolvidables.

Un abrazo amiguis!

M@R dijo...

HOY SOLO ABRAZOS,,,
ME PROPUSE VISITARLOS CADA VEZ QUE PUEDA Y POR RATICO, AUN ESTOY EN REPOSO,,,
NO LOS OLVIDO,,,

M@R,,,

TORO SALVAJE dijo...

Como dice Pato, intensa, es la palabra justa.

Besos.

P dijo...

Cuento breve:

Mr. Firglebinkle me pidió que le cuide la casa hasta que regrese. Me dio un manojo de llaves y me advirtió: nunca utilices la llave dorada, nunca abras la puerta trasera. Cuando volvió, le devolví las llaves intactas.

Isabel Barceló Chico dijo...

Las ganas necias por quererte... ¡Cuántas veces podríamos decir esas mismas palabras, querida amiga, sin mentir! El amor o, mejor dicho, la persistencia de nuestro empeño en amar a quien nos ama menos es, en cierto modo, un lastre, o un vicio, o un hábito que no logramos quitarnos de encima. Lo has reflejado maravillosamente en ese poema. Un abrazo enorme.