Desde que naces el universo se complementa…
Tu sonrisa suele ser lo más cercano a una caricia o un amenazante temblor…
Tus ojos albergan la aurora de la esperanza, aún cuando la esperanza sea golpeada por la mano de otro…
Creces y tus virtudes sostienen ese templo que alberga VIDA…
Hablas y tus palabras suelen ser conjuro que mata o resucita…
Regalas con tu existencia la gratitud envuelta en presencia…
Eres aliada del tiempo, del reloj universal, del mañana en los ojos…
En tu soledad albergas promesas, añoranzas y con tu simple SER floreces etérea…
Haces del silencio un manto de nostalgia para que tus ojos reflejan el crepúsculo de tus pensamientos…
Haces del Si un No y viceversa, que rebota en los caprichos que no cuestan más que un beso y un abrazo largo…
Provocas con tu andar todas las emociones que sostienen la fuerza de continuar…
Complementas el día a día con tu incansable energía, y desde un jugo de naranja, hasta la cena más exótica se saborea exquisitamente en cualquier corazón.
La paciencia se perfuma con tus prisas, por tal motivo, se derrumba la espera en una caricia…
Amas intensamente, tanto, que no importa ceder un minuto de tu madrugada para volverte beso, auxilio, frazada de abrazos, biberón, arrullo y cortesana…
Eres capaz de convertir un raspón que sangra en un pergamino de vida…
Compartes con tu género la capacidad de AMAR y SERVIR volviéndote lienzo de terciopelo en cada guarida de sueños…

Eres musa que se hace letra, inmortal deseo que se convierte en antojo de vida...

Tu esencia posee todos los minerales preciosos de la tierra...

Llevas el perfume de todas las flores y en cada emoción tu sonrisa cambia de color…
Haces de tu cuerpo desnudo un lienzo de encaje, un oasis templado, un credo para el amén.
El mundo te pertenece, sobre todo cuando con tus brazos haces una fortaleza para la Paz.
No importa tu religión, tu patria o tu nombre, en cualquier parte del mundo eres MUJER y eso basta.

No es necesario tener un día para celebrarte, ni toda la vida para venerarte, bastaría quizá contribuír con un poco de conciencia humana para terminar con todo aquello que te amenaza, mutila, asusta, humilla, destruye y mata...

Feliz día a todas las mujeres de éste mundo...

mi devoción para aquellas que sufren la opresión, el miedo, la privación de su libertad, la soledad, la injusticia, el exilio, el dolor y el olvido.

Mi admiración, mi cariño, mi SER para TODAS Y CADA UNA DE USTEDES AMIGAS MIAS.

Cristina.