Mi total compromiso y SER para

aquellos seres humanos esclavos

de la drogadicción, en especial para una

persona que amo con todo mi corazón.

Hermano, Fuerza, Dios está contigo.

He visto la fragilidad del hombre resbalarme por la impotencia,

he sentido el escalofrío recorrerme ante la sinrazón,

no basta ser parte de un cambio y una esperanza,

cuanto más se quiere, más se corre el riesgo de extraviarse...

He visto 100 pares de ojos esclavos de la mala vida,

rostros golpeados por la sombra que alberga un cuchitril de mala muerte,

bocas hambrientas de reclamos y justicia,

manos temblorosas de tanto golpearle al destino...

He visto mujeres derrotadas gota a gota por el aguardiente,

jóvenes con la identidad sembrada de marihuana,

hombres con puchero de niño y temblores por la cocaína,

almas y corazones atados a una realidad que les espera para mañana...

He visto lágrimas que antes olían a cartier y hoy huelen a miedo,

una playera roja con un cocodrilito flaco y paliducho,

unos jeans que alguna vez tuvieron fama,

unos pies descalzos, ajados del frío y la falta de trote...

He visto, sentido y llorado el aroma a tiempo y adicciones,

palabras caricia que apenas rasgan los 120 minutos para hacerse presente,

sonrisas lloronas, abrazos que no tocan, remedios que no sanan, ojos que lloran,

una campana que alerta y la hace de despedida,

rumores, despedidas, desconsuelo...

He visto una puerta amarilla que se abre,

hombres y mujeres en cuenta regresiva,

"de domingo a miércoles no es tanta la espera,"

"de miércoles a domingo es poco menos que el infierno de afuera,"

lagrimas que se despiden, sin tacto pero con roce,

un sabor amargo en la garganta,

un hasta pronto,

y la vida de afuera,

devorando más almas,

y familias...