domingo, noviembre 22, 2009


Vuelvo a caer en un abismo de contradicciones,
a envolverme en dudas y extravíos,
a sentir que pierdo una batalla inútil e inexistente,
a cuestionarme limites, razones, intención.
Me he perdido de mis hadas, de mis ángeles, de mi instinto,
me he alejado de mi valle encantado, del renglón con la metáfora perfecta,
del cuaderno lleno de memorias y pendientes, de la razón que me habitaba.
Me detuve en el intento, por el derecho que me daba la querencia,
por la necedad de querer conservar ese suspiro neonato,
porque si y porque me creí suficiente y también necesaria.
Pero después de un tiempo, después de haber derrotado mi esencia,
después de haber permitido la invasión de un mal de amores,
después de haber sacrificado el más sencillo motivo de mi sonrisa,
después de haber dado la espalda a mi esencia pura y a mi realidad, me encuentro con el camino truncado, con la respuesta en cascada, con la fuerza de retomar mi rumbo, mi Yo.
Siempre llega un momento en que las decisiones se hacen tan necesarias como definitivas,
la elección del mañana depende únicamente de lo que nos habita el alma, de lo que nos hace más grandes, más sabios, más felices...
El siguiente paso tendrá que llevar el impulso suficiente para no volver la vista atrás, la convicción de creer en aquel destino que siempre te ilusiona, pero sobre todo en ese austero instante en que por el simple hecho de saberte viva, vences al recuerdo y la desolación.
No hay amor que no se haya sanado con unas cuantas lágrimas, ni recuerdo que termine empolvado en la memoria...
Recupero el control de mis emociones y el tamaño de mi amor, me declaro libre y feliz!


Adiós amor desamorado... que en la otra vida... seas feliz sin mi.
Porque en lo que te queda de ésta...

lunes, noviembre 16, 2009


He recogido poco a poco los pedazos de silencio que me han cubierto casi entera,
hilado de uno en uno aquellos reclamos ruidosos que me enmudecieron incluso los ojos, he dado la espalda a los pendientes que me recordaban historias sin terminar y me retenían el paso hacia un lugar más apacible...
Sigo atrapada en un espiral de sinrazones y balbuceos, me niego a renunciar a sueños y añoranzas aún sabiendo que los sueños, sueños son...
Vivo intensamente el hoy, aunque acepto que he tenido mejores ayeres y unos cuantos mañanas acariciados, también reconozco que una parte de mi se ha quedado atrapada en ese antes que me prestó un tiempo soñado y bien vivido.
Me enfrasco en una batalla campal contra el olvido completo, pues pienso que si voy por partes podré ir enterrando aquí y allá aquellos instantes, de forma tal, que sea casi imposible volver a recordar ese todo de un solo golpe.
Me duermo con preguntas y despierto sin respuestas, abrazada a unos ojos que alguna vez me sirvieron de espejo y acurrucada en una silueta que pudo ser mi otro yo, pero no lo fue.
Me obligo al disfrute y la sonrisa, por el simple capricho de no secarme de adentro hacia afuera, y también porque pienso que si algún día llego a toparme con esos ojos que aún me derriten, me pueda dar media vuelta con la certeza de que el antojo y el arrepentimiento le quitarán el sueño por lo menos una noche entera.
También porque no me imagino sin el azzul que me existe de letras, que me acompaña en las tardes de silencios puñeteros y dudas paranoicas.
Quiero volver a mi cuerpo de una vez por todas, y volverlo a él al suyo para siempre, quiero que el celular deje de burlarse de mi desconcierto, quiero dejar de escuchar esa voz que no me habla y dejar de esperar que llegue de donde nunca debió irse, quiero recuperar el abecedario de mis ganas sin que su nombre me baile entre renglones, borrar con una patada exquisita y sensual el mundo que entre beso y entrega, escribimos en una página suelta, en un continente extraviado, en el filo de la luna, en el fondo de un edén, en el ombligo del siempre, en el lunes que no se acaba, en la inmensidad de ese mar que me ahoga.

Ya casi, ya casi....
por ahora, aún me duele (s).

domingo, noviembre 08, 2009


He vuelto a perder el rumbo,
la razón de mis prisas,
el tic tac de mis sentires,
la inspiración que me habita[ba]...
Mil perdones...
Ya encontraré la luz de mis letras.
y volveré...